Se trata de un pasillo de unos 25
metros de largo que tiene grabado, en su muro Norte una representación
en la que aparece Ramsés II y su hijo, Amonherhopeshef, cazando un toro
con un lazo. Es esta escena la que dá nombre a esta zona del templo, y
por eso se la conoce como el Corredor del Toro.
Su
construcción data del reinado de Sety I, aunque la decoración es obra
de su hijo Ramsés II. El techo de este pasillo está formado por bloques
horizontales, excepto en su último tramo, que es abovedado. Es en esta
zona donde el templo se conecta por su parte posterior, con el exterior
donde se encuentra el Osireión, y más allá el desierto y la necrópolis
de Umm al-Qa'ab, donde se encuentran las tumbas de los reyes de las
primeras dinastias.
Escena
de la Caza del Toro. Ramsés II, que lleva la corona roja del Bajo
Egipto, y su hijo el príncipe Amonherhopeshef, que luce la trenza
lateral propia de los jóvenes adolescentes, dan caza a un toro. La
escena es observada por el dios Upuaut.
En
esta escena vemos a Ramsés II corriendo hacia el dios Thot y su padre,
Sety I. El rey arrastra un trineo sobre el que se encuentra la barca
sagrada del dios Sokar, divinidad menfita asociada a los difuntos.
El
rey conduce cuatro terneros ante el dios Khonsu y Sety I. Es este un
rito de origen agrícola cuya representación más antigua que se conoce,
se encontró, por primera vez, en la pirámide de Sahuré, en Abusir.
En
otra escena vemos a Ramsés II acompañado de unas deidades con cabezas
de animales, cazando aves que atrapa en una gran red. Estas aves
simbolizan aquí el caos y los enemigos de Egipto. Con su captura el rey
pone de manifiesto su capacidad para vencer dichas fuerzas,
estableciendo con ello, el orden y el equilibrio en todo el pais.
Posteriormente, varias de estas aves son ofrendadas por Ramsés y su hijo a Amón-Ra y su esposa Mut
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