11 octubre 2022

FRAGMENTO DE ESTATUA DE LA REINA BLANCA

 

Dinastia XIX.
Realizada en piedra caliza.
Altura: 75 cm
Excavaciones de W.M. Flinders Petrie en el Rameseum (1896)
Museo Egipcio de el Cairo. JE:31413-CG600
Este fragmento superior de una estatua femenina fue encontrado en 1896 por W. M. Flinders Petrie mientras realizaba excavaciones al noroeste del Rameseum (Templo de Millones de Años de Ramsés II). Aunque no conserva inscrito ningún nombre que haga referencia a la dueña de la estatua, el color blanco de la caliza con la que está realizado el rostro hizo que se la conociera como la Reina Blanca, y el lugar donde se encontró pasó a denominarse Capilla de la Reina Blanca, aunque en realidad se trataba de una capilla perteneciente a Tutmosis IV.
El fragmento que nos ocupa es una pieza de gran belleza y aún conserva buena parte de la hermosa policromía original. Además está realizada con mucho detalle y refinamiento lo que indica que se trataría de una mujer con una altísimo status social.


El tocado que luce sobre su cabeza está formado por una corona de cobras rematadas con el disco solar, y que originalmente debió presentar altas plumas y otro pequeño disco solar entre las mismas.


Esta corona se asienta sobre una peluca tripartita de tonos azulados (cuyos rizos están minuciosamente trabajados)
rodeada por una cinta que, a la altura de la frente presenta dos cobras erguidas, bastante deterioradas, pero que en su día estarían coronadas por las coronas del Alto y Bajo Egipto, y que representan a las diosas Nejbet y Uadjit respectivamente, diosas tutelares de la realeza egipcia, lo que sin duda identifica a esta figura femenina con la familia real, y más concretamente, con una reina del Imperio Nuevo, ya que este tipo de tocado era muy común entre las reinas de esa época.




El amplio collar que lleva sobre el pecho está realizado con cuentas que representan el signo jeroglífico para la palabra nfr (belleza, bondad, perfección..). Con su mano izquierda sostiene el contrapeso de un collar “menat” en el que se puede ver la cabeza de una diosa, probablemente Hathor, ya que este tipo de collar era un símbolo de protección asociado con dicha diosa, y solían llevarlo las sacerdotisas dedicadas a su culto. En el Imperio Nuevo este sacerdocio estaba en manos de las mujeres de la realeza, y frecuentemente, se las representaba llevando este collar.

A pesar de que, como indicaba anteriormente, este fragmento no posee ninguna inscripción jeroglífica que nos indique quién está representada en esta pieza, en la actualidad los egiptólogos creen que se trata de Merit-Amón, hija y Gran Esposa Real del faraón Ramsés II.

Esto es así porque en la década de los años 80 se encontró en Ajmin una estatua colosal con inscripciones en la parte posterior que la identifican como Merit-Amón y cuyas características, en cuanto a la blanca piedra caliza en la que ambas estatuas están realizadas, la rica y elaborada ornamentación, así como la corona de ureaus y el collar Menat presentes en ambas esculturas, hacen pensar que representan a la misma mujer, esto es... La Hija del Rey y Gran Esposa Real, Merit-Amón cuya foto sacada de wikipedia comparto aquí.



FOTOS. Roxana Tebas; Agosto 2016

FUENTES DEL TEXTO.-
- Egipto. 4000 años de Arte; Jaromir Malek
- Los Tesoros del Antiguo Egipto. A. Bongioanni, M. Sole Croce


18 octubre 2021

ESTATUA COLOSAL DE SETI I; DINASTIA XIX

 

Esta magnífica estatua está elaborada con diferentes tipos de piedra, destacando la cabeza y el torso realizados en alabastro.
Algunas partes de la estatua como la barba ceremonial, ojos, cejas, y parte del faldellín han desaparecido, pero los egiptólogos creen que estuvieron realizados con piedras semipreciosas como lapislázuli, obsidiana y pan de oro.
En la estatua aparecen incisos los cartuchos con el nombre de Seti I, pero es muy posible que fuera usurpada por éste rey a algún personaje de la época post-amárnica, quizás Horemheb; los rasgos del rostro (ojos almendrados y boca de labios carnosos), así parecen indicarlo.
Fué encontrada desmantelada en el patio de la "cachette" del Gran Templo de Amòn en Karnak durante las excavaciones de G. Legrain (1903-1904).

Museo de Arte Antiguo de Lúxor., nº de inventario J.929.
Altura 2,38 m;
Fotos: Roxana Tebas Sept. 2016







16 mayo 2021

Museo de Arte Antiguo de Lúxor

 

 

El Museo de Arte Antiguo de Lúxor es probablemente, uno de los mejores museos que se puede visitar en Egipto. A pesar de que el número de piezas en él expuestas no llega ni de lejos a las que se exhiben en el Museo de El Cairo, la iluminación específica para cada pieza, la falta de ventanas que evita los molestos reflejos, y el hecho de tener aire acondicionado, hacen de su visita un auténtico deleite para tod@s l@s visitantes.
El museo fué inaugurado en 1975 y desde entonces se ha ampliado con nuevas salas para dar cabida a las piezas llegadas de los continuos descubrimientos que se dan en las zonas arqueológicas de la antigua ciudad de Tebas (Lúxor) y poblaciones aledañas. Y al ritmo que van los descubrimientos en esta zona de Egipto, no me extrañaría que en un futuro tengan que volver a ampliarlo.
Todos y cada uno de los objetos expuestos son auténticas joyas del Arte Egipcio.
Se encuentra situado en la corniché, frente al Nilo, y a un corto paseo del Templo de Lúxor. Lo único que puedo objetar a este museo es la poca información que dan sobre las piezas, no sé si por desconocimiento, por dejadez o por ambas cosas…una pena.

En el jardín que dá acceso al museo podemos ver algunas estatuas, pero sin ningún cartel explicativo.







07 diciembre 2020

Vasos Canopos de la Reina Kiya

 

XVIII Dinastía; Reinado de Ajenatón
Procedencia: KV 55; Valle de los Reyes; Lúxor, Egipto
Materiales: Alabastro, cuarzo, vidrio azul y obsidiana
Medidas: Alto 53,2 cm; Ancho 24 cm
Fotos: Roxana Tebas y Metropolitan Museum, N. York



Los vasos canopes eran utilizados por los antiguos egipcios para guardar las vísceras del difunto. Durante el proceso de la momificación, estas vísceras eran extraídas, lavadas, envueltas en vendas, e introducidas en los canopes, evitando así la humedad y putrefacción del cuerpo del fallecido.
Estos vasos canopes fueron hallados en la misteriosa tumba KV55, más conocida como “el escondrijo de Amarna”, llamada así porque en ella se encontraron diferentes objetos y restos de ajuar funerario, inscritos con los nombres de personajes de la realeza, relacionados todos ellos, con la época de Amarna.
Fué descubierta en el Valle de los Reyes por Edward R. Ayrton, mientras trabajaba para Theodore M. Davis, en 1907.
Se trata de cuatro vasos canopes, realizados en un precioso alabastro de color crema, cuyas tapas nos muestran un bello y joven rostro de mujer. Tres de ellos se encuentran expuestos en el Museo Egipcio de El Cairo, mientras el cuarto se exhibe en el Museo Metropolitano de N. York.
El rostro representado en las tapas, realizadas también en alabastro, lleva incrustaciones de cuarzo, vidrio azul y obsidiana en ojos y cejas respectivamente, luce un collar sobre los hombros y los agujeros que presentan en la frente, hacen suponer que probablemente debieron portar el “uraeus o cobra sagrada”, símbolo protector de la realeza egipcia.

La utilización de estos ricos materiales y la elaborada ornamentación, nos informan del alto rango que debió ostentar la persona para la cual fueron creados.
Por otro lado, los rasgos físicos, nariz y rostro alargados y finos, labios carnosos, así como la peluca “nubia” que luce, son característicos del período de Amarna.
La llamada peluca nubia, utilizada originalmente por los soldados de esta región (Nubia), es una peluca corta de rizos muy marcados y dispuestos en capas escalonadas, y que, a finales de la XVIII dinastía se puso muy de moda entre las mujeres de la realeza egipcia.
Las inscripciones jeroglíficas talladas en los cuerpos de estos vasos, fueron casi totalmente borradas en la antigüedad, posiblemente con la idea de re-inscribirlas para ser utilizados en el ajuar funerario de otra persona. Esta teoría se vé reforzada por el hecho de que, según los expertos, las tapas parecen no encajar correctamente en el cuerpo de las vasijas, de lo que se deduce que ambas partes (tapas y vasijas), se realizaron para el ajuar funerario de personajes distintos.
Aún así, de los endebles restos de jeroglíficos que aún conservan, los egiptólogos han logrado descifrar el nombre de la reina Kiya, esposa secundaria del faraón Ajenatón.

Por lo tanto tendríamos que el cuerpo de los canopes se realizaron para Kiya, mientras que el rostro representado en las tapas correspondería a otra persona, para la que se han propuesto diferentes hipótesis, a saber…
Hay quien piensa que podría tratarse de Ajenatón basándose en la idea de que la famosa y controvertida momia encontrada en esta misma tumba, en el interior de un hermoso sarcófago cuyos cartuchos con el nombre de su propietario/a, fueron arrancados en la antigüedad, pertenezca a este faraón. Pero esto es algo que a día de hoy, sigue siendo un tema muy debatido, y con el que no parecen estar de acuerdo muchos especialistas.
Otros proponen que el rostro representado en las tapas pueda ser el de Meritatón, Hija y Esposa Real de Ajenatón, y de la que sabemos que su nombre e imagen aparecen superpuestos a los de la reina Kiya en algunos objetos y relieves, como los encontrados en el Maru Atón, en la antigua ciudad de Ajetatón (actual Tell el Amarna).

Y por último, también se ha propuesto que podría tratarse de la reina Tiye, esposa de Amenhotep III, padres a su vez de Ajenatón, puesto que el estilo que se muestra en las tapas, se asemeja al adoptado por esta reina en sus últimos años.
Una vez más, y como casi siempre pasa en todo lo concerniente al período de Amarna, y en particular, en lo referente a la enigmática y misteriosa tumba KV55, solo podemos hacernos preguntas, que casi nunca encuentran una respuesta certera, y establecer hipótesis con pocas expectativas, al menos de momento, de ser esclarecidas o confirmadas.
De lo que no cabe duda, es de la destreza y el arte desarrollado por los artesanos en el periodo de Amarna. Valga como ejemplo de ello estos maravillosos vasos canopes, que con su bello rostro esculpido son sin duda, uno de los mejores y más hermosos objetos creados por las manos de estos antiguos artistas egipcios.






FOTOS: ROXANA TEBAS y MET. MUSEUN N. YORK

FUENTES DEL TEXTO.-

- MET. MUSEUM N. YORK
- LOS TESOROS DEL A. EGIPTO.- A. Bongioanni, M. Sole Croce





15 junio 2020

Juego del "Mehen". Tablero y piezas.


Disco y piezas del juego del "Mehen". Tumba de Hemaka.( Reinado de Den; I Dinastía) Excavaciones de W. B. Emery (1936)

Este disco realizado en terracota representa el juego de "Mehen," antigua palabra egipcia que significa "la que se enrolla", y que hace alusión a la serpiente en él esculpido, cuyo cuerpo aparece enroscado y divididos sus anillos en casillas. La cabeza del reptil se sitúa en el centro del disco.
Aunque se desconocen las reglas por las que se regía el juego del Mehen, se cree que la partida comenzaba por el centro, es decir, por la cabeza del animal. A partir de aquí los peones se irían desplazando por las diferentes casillas que conforman el cuerpo de la serpiente de forma similar a como se juega en nuestro juego de la Oca, por lo que se puede decir, que éste ( el de la Oca) es la versión moderna del juego del Mehen de los antiguos egipcios.
Museo Egipcio de El Cairo.



Discos de la tumba de Hemaka



Discos de la tumba de Hemaka
Hemaka fue Visir durante el reinado del rey Den. I Dinastia; 2920-2770 a.C
Su tumba es la más grande y la más importante, en cuanto a contenido se refiere, de las encontradas en la vasta necrópolis de Saqqara. De hecho, el papiro más antiguo que se conoce, se encontró en esta tumba.
Fue descubierta por C. Firth, quien abandonó la excavación que más tarde sería retomada por William B. Emery, completando los trabajos de excavación y limpieza, y publicando sus resultados en 1938.
Estos discos están realizados en diferentes tipos de piedra, esquisto e incrustaciones de alabastro entre otras, y aunque se desconoce su función, se cree que, por el agujero que presentan en el centro, se utilizaban como juegos que se hacían girar introduciendo un palo, lo que producía que las imágenes en ellos representadas adquirieran movimiento.
Excavaciones de W. B. Emery (1936)
S 3035. Reinado de Den; I Dinastia; 2920-2770 a.C
Museo Egipcio de El Cairo.





07 mayo 2020

Tesoro de la reina Ahhotep. XVII Dinastia


Uno de los momentos maravillosos en la visita al Museo Egipcio de El Cairo, es sin duda, entrar en la Sala de las Joyas.....de pronto la luz se vuelve muy tenue y una tiene la sensación de estar entrando en un sueño, un sueño de color dorado donde el brillo de cada una de las piezas te deslumbra, la emoción te desborda, y no sabes para donde apuntar el objetivo de la cámara....
Valga como ejemplo estas fotos del Tesoro de la reina Ahhotep.(1640-1550; XVII Dinastia)
Este tesoro fué descubierto en febrero de 1859, en una tumba de la necrópolis de Dra Abu el Naga, en la ribera ocicidental de Lúxor, siendo Director del Servicio de Antigüedades Egipcias, Auguste Mariette. Entre las joyas que componían este tesoro se encontraban varios brazaletes de oro y piedras semipreciosas, anillos, pectorales, así como varias dagas también de oro, piedras semipreciosas, plata y madera y un collar conocido como "Las Moscas del Valor", realizado en oro y que estaba adornado, como su nombre indica, con unas moscas. Este collar es una especie de condecoración que el faraón entregaba a aquellos miembros de su ejército que se habían destacado en la batalla por su gran valor y los egiptólogos piensan que pudo ser un regalo de su hijo, el rey Ahmose a su madre.
La reina Ahhotep fué esposa y hermana del gobernante tebano Sequenenrá Taa II y madre de Kamose ( aunque esto no está del todo claro, pues hay egiptólogos que piensan que Kamose era hermano de Sequenenrá Taa II, y por lo tanto habria sido hermano-cuñado de la reina Ahhotep) y de Ahmose I, quien seria reconocido como el rey libertador de Egipto, tras vencer y expulsar a los Hicsos quienes llevaban años sometiendo y avasallando el país desde la ciudad de Avaris, en el Delta.
Parece ser que durante estas guerras de Liberación ( ya que fueron varias las contiendas llevadas a cabo hasta conseguir la expulsión de los Hicsos de Egipto) la reina Ahhotep desempeñó un papel fundamental actuando como poderosa y valiente regente de su pequeño hijo Ahmose I (de apenas cinco años de edad), tras la muerte de su esposo-hermano Sequenenrá Taa II y de su hermano-cuñado Kamose. Ambos reyes habian liderado sendas batallas para expulsar al invasor y reunificar al país pero Sequenenrá Taa II murió en alguna de estas batallas, probablemente asesinado a juzgar por las terribles heridas que presentaba su momia hallada en la cachette de Deir el Bahari y conocida como DB320, mientras que Kamose también fallece, aunque las causas de su muerte no están del todo claras.
La prueba más evidente del importante papel llevado a cabo por la reina Ahhotep en la guerra contra los Hicsos la encontramos en una estela hallada en el VIII pilono del Templo de Karnak y en la que el ya el rey Ahome I, libertador y unificador del Pais de la Dos Tierras dedica a su querida y valerosa madre refiriéndose a ella en estos términos:

“Alabad a la Señora del país, la soberana de las orillas
de los Haunebut, cuyo nombre se eleva sobre todos los países
extranjeros, aquella que toma las decisiones en beneficio de su
pueblo, Esposa Real, Hermana del Soberano, (vida, salud,fuerza.),
Hija Real, venerable madre del rey, que está al corriente de los asuntos, que une Egipto
Ella ha reunido a sus notables, asegurándoles su unión
Ella ha vuelto a traer a los fugitivos, ha convencido a los
disidentes.
Ella ha pacificado el Alto Egipto; ha derrotado a los rebeldes
La Esposa Real, Ahhotep, dotada de vida.”

De todo lo anterior se deduce que la reina Ahhotep no solo consiguió unir al país en la lucha contra los Hicsos, sino que incluso pudo haber participado en la batalla.
De hecho, entre las joyas halladas en la tumba de Dra Abu el Naga se encuentra  un collar de oro adornado con las llamadas "Moscas del Valor" (actualmente en el Museo de Lúxor), y que ( como comentaba anteriormente), en el antiguo Egipto era otorgado por el faraón como reconocimiento a ciertos  soldados y miembros del ejército por el valor y el arrojo mostrados en la batalla.
Esta excepcional mujer, la reina Ahhotep  y su real descendencia, su hijo Ahmose, pondrian fin a un periodo de inestabilidad y miseria que asoló Egipto durante el Segundo Período Intermedio y que culminó con la XVII Dinastia, y darian comienzo a una época realmente gloriosa, sobre todo por la expansión de Egipto hacia nuevos territorios, principalmente hacia Asia y África, convirtiéndose así en una gran potencia, lo que se traduciría en una mayor riqueza, no solo en el plano económico sino también en el social, artístico y arquitectónico, y que se conoce como el Imperio Nuevo Egipcio.



Maqueta de barco realizada en plata, con remeros y timonel también elaborados en plata y 48 cm. de longitud.

Pectoral de oro, cornalina y lapislázuli en el que se ha representado al faraón Ahmose, hijo de la reina Ahhotep, recibiendo libaciones.


Preciosa maqueta de barco realizada en oro y plata. Tanto la proa como la popa terminan en forma de umbela de papiro. Todo el cuerpo del barco, de 43 cm de longitud, está realizado en oro así como los personajes de mayor" importancia", mientras que los remeros son de plata.
El barco se aposenta sobre un carro realizado en madera y ruedas de bronce, de 20 cm. de longitud.

Brazalete en forma de buitre con las alas extendidas. Está realizando en oro y pequeñas incrustaciones de cornalina, turquesa de loza y lapilázuli, que simulan las plumas del ave.
Dimensiones: 7,8 cm de altura máxima, y 6,6, de largo

Centro- Derecha de la imagen:
Par de brazaletes realizados con pequeñas cuentas de oro y piedras semipreciosas, ensartadas en hilos de oro de manera que forman dibujos triangulares. En el lateral de los mismos se encuentra el broche formado por placas de oro que, al unirse, forman un cartucho con el nombre del rey Ahmose (hijo de la reina Ahhotep), inscrito en su interior, por lo que se crre que pudo ser un regalo del rey a su madre.
Dmensiones: Altura 3,6 cm y 5,6 cm. de diámetro


Brazalete realizado con dos placas semicirculares de oro con fondo de lapislázuli. En la parte expuesta vemos una doble representación del dios Geb con la corona roja del Bajo Egipto en un lado, y la doble corona en el otro. El dios está sentado y apoya sus manos en el hombro y el brazo del rey, arrodillado de espaldas él. Ambas escenas están separadas por un abanico situado sobre el signo "shen", símbolo de eternidad. Los nombres del dios y del faraón Ahmosis, están inscritos en el lateral del brazalete, donde se encuentra el broche del mismo. 

Otras joyas del Tesoro de la reina Ahhotep







29 agosto 2017

El Serapeum de Saqqara





Situado al noroeste de la pirámide escalonada del rey Djoser se encuentra un espectacular complejo funerario formado por galerías subterráneas en cuyas cámaras laterales se pueden contemplar los enormes sarcófagos que en la antigüedad, se utilizaron para enterrar al “Toro Sagrado Apis”, y que deja fascinado a todo aquél que los contempla. Este increíble lugar se conoce con el nombre de Serapeum de Saqqara.

Los antiguos egipcios creían que el toro sagrado Apis era la reencarnación del dios Ptah, dios tutelar de Menfis, creador del mundo y de todo lo que en él hay (según la cosmogonía menfita) y como tal, se le criaba, entronizaba y veneraba en el templo de este dios, y en el que se cree que la función del Apis era la de "oráculo", es decir, actuar de intermediario entre la divinidad y el pueblo llano. A su muerte se asimilaba a Osiris, dios del inframundo, era momificado y enterrado tras complejos ritos funerarios en las cámaras subterráneas del Serapeum transformado ya en Osiris-Apis, que en època helenística sería sincretizado en el dios Serapis.

El culto al toro sagrado Apis está atestiguado ya desde época tan temprana como la Predinástica pero se cree que alcanzó su máximo apogeo en la época Ptolemaíca. En su honor, todos los años se celebraba un importante festival donde se engalanaba ricamente al animal, y era conducido en una solemne procesión que era seguida con gran júbilo y pompa, por una multitud de fieles que, probablemente motivados por un veredicto favorable del oráculo a sus deseos y esperanzas, se vestían para la ocasión con sus mejores ropas.

Volviendo al Serapeum de Saqqara comentar que fué descubierto en 1951 por Auguste Mariette, tras hallar éste la calzada procesional flanqueada por esfinges que conectaba el gran templo de Path, en el valle del Nilo, con la entrada de la necrópolis subterránea.
Los restos más antiguos encontrados por Mariette datan del reinado de Amenhotep III ( XVIII Dinastía), y se trataría de pequeños enterramientos aislados de toros Apis.
Joan Fletcher nos dice en su libro "El Rey Sol de Egipto", que "en tanto que sumo sacerdote de Ptah, Tutmosis, (hijo primogénito de Amenhotep, sucesor al trono de las Dos Tierras y fallecido antes de acceder a él) acompañó a su padre en la ceremonia funeraria del primer toro Apis enterrado en Saqqara, evento del cual se quiso dejar constancia por medio de unos relieves ornamentales en la cámara que Amenhotep ordenó construir para tal evento".
Más tarde el edificio sería ampliado por el príncipe Khaemwaset, sumo sacerdote de Phat en Menfis durante el reinado de su padre Ramsés II ( XIX-XX Dinastía), quién construiría una galería con enterramientos independientes para cada toro Apis, y donde A. Mariette descubrió una tumba con restos de momias en sarcófagos de madera, amuletos con el nombre con inscripciones jeroglíficas, y una máscara de oro sobre el rostro de una de las supuestas momias. Todo ello hizo  que Mariette atribuyera esta tumba al propio Khaemwaset. Sin embargo, a día de hoy esto no está muy claro ya que muchos especialistas no creen que un ser humano pudiera ser enterrado en la necrópolis sagrada de los toros Apis. Por lo que en la actualidad, la  teoría más extendida sugiere que estos restos puedan ser los de un toro Apis.

Escaleras de acceso al Serapeum



Pero sin duda lo más impresionante del Serapeum de Saqqara es la gran galería que A. Mariette encontró tras la rampa de acceso, siguiendo el rastro de la calzada procesional o dromos de esfinges que comentaba anteriormente, y que fué la primera de las galerías subterráneas a las que accedió el arqueólogo francés (1850-1854), que en aquél entonces trabajaba para el Museo del Louvre en París.

Esta galería que tiene 3 m de ancho,4,5 de alto y casi 70 m de largo, fué una ampliación iniciada probablemente durante el reinado de Nectanebo I, (Dinastía XXVI) y que se prolongó hasta finales de la Época Griega coincidiendo este período con el mayor auge del culto al toro sagrado Apis.

En ella se construyeron una serie de cámaras laterales abovedadas (28 en total) donde se depositaron los enormes sarcófagos, de los que se conservan 24, realizados en diferentes tipos de piedras como granito, esquisto, caliza, etc, la mayoría con sus respectivas tapas, realizados de una sola pieza y con un peso estimado de 70 toneladas cada uno, y que habrían albergado cada uno de ellos, el cuerpo momificado de un toro Apis de cuyos restos, hay que decir que Mariette no encontró rastro alguno, pues se cree que debieron ser profanados en la antigüedad.

Estos increíbles sarcófagos no dejan indiferente a nadie tanto por su dimensiones como por su magnífico trabajo de ejecución, ya que algunos de ellos presentan superficies perfectamente pulidas e inscripciones jeroglíficas muy bien talladas.
Sin duda alguna el Serapeum de Saqqara es uno de los monumentos más fascinantes que se pueden visitar en Egipto y agradezco a tod@s l@s dios@s del panteón egipcio, por haber escuchado mis plegarias y haber favorecido su re-apertura para dejarme absolutamente anonadada mientras comtemplaba, en un calurosssiiisimo día de agosto de 2016, este increíble lugar.

Galerias subterráneas y sarcófagos de los toros Apis en el Serapeum de Saqqara.








Espectacular e imponente sarcófago de granito negro, de pulido casi perfecto, con inscripciones jeroglíficas incisas y decoración en "fachada de palacio"




Además de las esfinges que bordeaban la calzada procesional y el Serapeum, August Mariette también encontró durante sus excavaciones, además de la máscara de oro y amuletos antes mencionados, algunos miles de estelas votivas, ubshetis, joyas, jarras canópicas, estatuillas de bronce, el llamado "Hemiciclo de los Filósofos Griegos", etc., y una maravilla más...la estatua del Escriba Sentado, una auténtica joya del arte del Antiguo Egipto, considerada como una de las piezas escultóricas más relevantes jamás encontrada en Egipto. La mayoría de estas piezas se exhiben hoy en el Museo del Louvre en París.


Inscripciones jeroglíficas y nichos que contenían las miles de estelas votivas dedicadas al toro sagrado Apis.







Estela votiva en la que el príncipe Meremptah, hijo y heredero al trono de Ramsés II, realizando ofrendas al toro sagrado Apis. Dinastia XIX. Excavaciones del Serapeum de Saqqara. Museo de El Louvre; Paris




Relieve, ubshetis, amuletos y máscara de oro del príncipe Khaemwaset. XIX Dinastía. Excavaciones del Serapeum de Saqqara. Museo de El Louvre. París



El Escriba Sentado. Estatua anónima, probablemente datada de la IV Dinastia, encontrada en una tumba en los aledaños del Serapeum de Saqqara por Auguste Mariette. Museo de El Louvre; París






Esfinges que bordeaban la calzada procesional que unía el gran templo de Path en Menfis, con el Serapeum de Saqqara encontradas por Mariette en ese lugar. Museo de El Louvre



Más imágenes e información sobre las excavaciones de Mariette en el Serapeum de Saqqara en los siguientes enlaces: